Botas: modelos clásicos que son iconos de moda
Las sociedades tienen la capacidad de convertir objetos meramente funcionales en auténticos iconos de una época. El calzado es un ejemplo de este fenómeno. Hemos repasado algunos modelos clásicos de botas que fueron diseñados originalmente para cumplir una función práctica, pero terminaron convirtiéndose en referencias de estilo que no han perdido vigencia pese al paso de las décadas.
Dr. Martens 1460
Alemania, 1945. Para recuperarse de una herida de guerra en el pie, el doctor Klaus Maertens creó para sus botas unas suelas con cojín de aire con las que era mucho más cómodo caminar. El diseño se hizo muy popular entre el público alemán, popularidad que pronto se conoció en Inglaterra. Allí, en la fábrica de la familia Griggs, comenzaron a fabricarse las Dr. Martens 1460. Ocho agujeros a cada lado, lengüeta trasera, costura amarilla y la suela acanalada de doble tono. Un diseño inconfundible.
Chelsea
En cualquier ilustración de la era Victoriana en Inglaterra se puede ver a hombres y mujeres calzando botas lisas, hasta el tobillo. Fue en la década de los 60, en la calle King’s Road del entonces boho-chic barrio londinense de Chelsea, donde este modelo adquirió sus rasgos característicos actuales y su nombre. Las botas Chelsea llegan hasta el tobillo, tienen tacón bajo y ancho, y una banda elástica a los lados para que el pie pueda entrar con facilidad. Echa un vistazo a cualquier foto de The Beatles, The Rolling Stones o Bob Dylan en los años 60 y lo más probable es que estén calzando un par de Chelsea, como estas Churchs.
Desert, de Clarks
Detrás del modelo Desert de la marca inglesa Clarks hay una de esas historias románticas que dan valor añadido a un objeto. A principios de la II Guerra Mundial, Nathan Clark, bisnieto del fundador de la empresa, estaba destinado en lo que ahora es Myanmar. Allí vio a algunos soldados calzados con unas botas que, como averiguaría después, venían de un mercado de El Cairo. Inspirado en este diseño artesanal, de regreso en Inglaterra Clark creó una bota inusual para la época: cuerpo de ante suave y suela de caucho arrugado. Uno de los modelos clásicos de botas más conocidos en todo el mundo.
Wellington
A finales del siglo XVIII, el duque de Wellington, Arthur Wellesley, era el héroe de la batalla de Waterloo. Los retratos que hay de él inmortalizaron sus botas, de suave piel de becerro hasta la rodilla. 60 años después, en una zona agrícola de Francia, Hiram Hutchinson comenzó a producir unas botas idénticas, pero hechas de hule. La población de la zona, que hasta entonces usaba unos poco prácticos zuecos de madera para hacer las labores del campo, recibieron con entusiasmo las nuevas botas. Y de allí al festival de Glastonbury, donde las Hunter son una de las marcas favoritas.